Curso Seracarh: ¿Por qué proponen renovarlo cada cinco años?
La discusión sobre el Curso Seracarh ha ganado protagonismo en los últimos meses, especialmente tras la presentación de un proyecto de ley en la Ciudad de Buenos Aires. Este busca modificar la frecuencia con la que los empleados de edificios deben renovar este curso. Pero, ¿qué implica realmente este cambio? A continuación, responderemos algunas preguntas clave sobre esta propuesta, con el fin de entender mejor su impacto y la relevancia para los consorcios y la economía de las expensas.
¿Qué es el Curso Seracarh y por qué es importante?
El Curso Seracarh es una capacitación obligatoria para los empleados de edificios de la Ciudad de Buenos Aires. Su principal enfoque es en temas de seguridad e higiene, con el objetivo de garantizar el bienestar de los trabajadores y los residentes.
Actualmente, la normativa establece que los consorcios deben contratar este curso para sus empleados cada año y medio, lo cual ha sido una fuente de preocupación debido al creciente costo que representa. En términos sencillos, el curso es un requisito clave para el correcto funcionamiento de los edificios, asegurando que los empleados cuenten con los conocimientos adecuados para prevenir accidentes y mantener condiciones laborales seguras.
Puntos clave del curso:
- Es obligatorio para todo el personal dependiente de consorcios.
- Se enfoca en temas de seguridad e higiene.
- Debe ser renovado cada 24 meses bajo la normativa vigente.
¿Por qué se propone renovar el Curso Seracarh cada cinco años?
La propuesta presentada por un grupo de legisladores porteños en julio de 2024 tiene como principal objetivo reducir la carga económica que implica la renovación constante del curso. Actualmente, la ley obliga a los empleados de edificios a tomar el curso cada 24 meses, lo cual genera un costo significativo para los consorcios y, en última instancia, para los propietarios de los inmuebles, que ven reflejado este gasto en sus expensas.
Los legisladores argumentan que una frecuencia de cinco años es más que suficiente para mantener a los empleados actualizados en temas de seguridad. Según su análisis, las medidas de seguridad y los conocimientos impartidos en el curso no cambian de manera sustancial año a año, por lo que la renovación más frecuente es innecesaria.
Razones detrás de la propuesta:
- Reducción de expensas: Disminuir los costos que los consorcios enfrentan al contratar el curso repetidamente.
- Evitar la repetición innecesaria de contenidos, ya que los cambios en las normativas de seguridad no suelen ser frecuentes.
- Mantener la capacitación actualizada pero sin recargar económicamente a los consorcios.
¿Cómo afectaría esta modificación al costo de las expensas?
Uno de los motivos principales detrás de la propuesta es el creciente costo del curso, que ha registrado un aumento del 463% entre 2022 y 2024. Esta suba ha impactado directamente en el bolsillo de los propietarios de inmuebles, que deben afrontar expensas cada vez más elevadas.
Al modificar la periodicidad de la capacitación, los legisladores buscan generar un alivio económico para la clase media porteña, que se ha visto fuertemente golpeada por la inflación y el aumento en otros servicios, como la medicina prepaga y las escuelas privadas.
La implementación de este cambio podría significar una disminución en los costos de las expensas, ya que los consorcios no tendrían que pagar por el curso con tanta frecuencia. Esto se sumaría a otros esfuerzos por reducir las expensas, que incluyen medidas de optimización en el mantenimiento de edificios y la renegociación de contratos de servicios.
Ventajas económicas:
- Ahorro para los consorcios: Menos renovaciones del curso significa menos pagos recurrentes.
- Impacto positivo en el costo final de las expensas, que representan una carga mensual significativa para los propietarios.
- Posible estabilización del costo de vida, al reducir una de las tantas áreas que han visto incrementos en los últimos años.
¿Qué otros cambios propone la nueva ley?
Además de extender la vigencia del Curso Seracarh a cinco años, la propuesta también busca abrir el campo de instituciones autorizadas para dictar el curso. Actualmente, el curso solo puede ser impartido por una única entidad conformada por administradores y el sindicato de trabajadores de edificios (SUTERH).
La nueva ley permitiría que cualquier institución con la idoneidad técnica y los recursos adecuados pueda dictar el curso, lo que generaría una mayor competencia y, potencialmente, una reducción de los costos.
Cambios adicionales:
- Más instituciones autorizadas para dictar el curso, ampliando la oferta disponible.
- Aumento de la competencia entre proveedores, lo que podría derivar en precios más accesibles.
- Flexibilidad para los consorcios a la hora de elegir dónde capacitar a su personal.
¿Qué impacto tendría en la seguridad la renovación cada cinco años?
Uno de los puntos que podría generar preocupación es si la extensión a cinco años podría comprometer la seguridad en los edificios. Los legisladores detrás de la propuesta aseguran que no es el caso. Argumentan que los conocimientos impartidos en los cursos de seguridad e higiene no cambian significativamente en periodos cortos, por lo que la capacitación bienal resulta innecesaria.
Además, el hecho de permitir que más instituciones puedan ofrecer el curso no compromete la calidad de la enseñanza, ya que estas deberán cumplir con estrictos requisitos para ser aprobadas como entidades capacitadoras.
Consideraciones sobre la seguridad:
- Mantener la calidad de la formación: Aunque se extienda la vigencia, la formación deberá seguir siendo rigurosa.
- Las instituciones capacitadoras deberán demostrar capacidad técnica y estructural.
- No se espera que haya un impacto negativo en las condiciones de seguridad de los edificios.
Conclusión final
La propuesta para modificar la frecuencia del Curso Seracarh de cada 24 meses a cada cinco años ha generado un debate importante sobre el equilibrio entre la seguridad y la economía en los edificios de la Ciudad de Buenos Aires. La medida busca aliviar el peso de las expensas en un contexto económico complicado, sin comprometer la seguridad de los trabajadores y los residentes.
Permitir que más instituciones puedan dictar el curso también abriría la puerta a una mayor competencia y posiblemente a precios más competitivos, lo que se traduce en beneficios adicionales para los consorcios y propietarios.
En definitiva, el Curso Seracarh seguirá siendo un pilar en la formación de los empleados de edificios, pero con una periodicidad más adecuada y una oferta de proveedores más amplia, el panorama parece prometedor tanto para la economía de las expensas como para la calidad del trabajo realizado en los edificios de la ciudad.