El control de matafuegos es una de las medidas más esenciales para la seguridad de los edificios, especialmente en una ciudad como Buenos Aires, donde el cumplimiento de las normativas puede ser un desafío. A continuación, exploramos la reciente reinstauración de los controles trimestrales de matafuegos en la ciudad y cómo afectan tanto a los consorcios como a los propietarios.
¿Por qué se reinstauraron los controles trimestrales de matafuegos?
El 4 de julio de 2024, la Subsecretaría de Gestión Urbana (SSGU) volvió a imponer la obligación de realizar revisiones trimestrales a los matafuegos en los edificios de propiedad horizontal. Esta medida había sido eliminada en 2018 para reducir los costos de las expensas, pero ahora, con un cambio de gestión, se reinstaura nuevamente.
¿Qué cambió desde 2018?
En 2018, la Ley 6.116 derogó la obligación de realizar controles trimestrales y estableció que la recarga de los matafuegos solo debía hacerse anualmente. Esta modificación buscaba aliviar los costos de mantenimiento en los consorcios. Sin embargo, organizaciones como la Cámara de Empresas de Mantenimiento de Extintores de la República Argentina (CEMERA) se opusieron fuertemente a la medida, argumentando que los controles anuales eran insuficientes.
¿Quién decidió el cambio actual?
Bajo la nueva gestión de Jorge Macri, actual Jefe de Gobierno, se decidió volver a los controles trimestrales. La Resolución 83/SSGU, publicada en el Boletín Oficial en julio de 2024, formalizó este cambio, con el objetivo de mejorar la seguridad en los edificios.
¿Cómo afecta a los propietarios?
La reinstauración de los controles trimestrales implica un aumento en los costos para los consorcios, ya que deberán coordinar y pagar por estas revisiones más frecuentes. Sin embargo, la intención es mejorar la seguridad y evitar potenciales incendios en edificios.
¿Qué dicen las estadísticas sobre incendios?
Aunque la medida busca prevenir incendios, resulta curioso que no existan datos claros sobre si los controles trimestrales realmente disminuyen los siniestros en edificios. Lo que se sabe, sin embargo, son los números de intervenciones anuales de los bomberos, que pueden dar una pista sobre la eficacia de esta normativa.
Comparativa de intervenciones de bomberos
Entre 2006 y 2017, cuando los controles trimestrales eran obligatorios, se registraron alrededor de 21,000 intervenciones de bomberos por año en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, desde que se derogó la medida en 2018, el promedio de intervenciones anuales bajó a 17,000.
¿Es confiable esta información?
Es importante señalar que las estadísticas disponibles no especifican las causas de las intervenciones, por lo que es difícil atribuir estos cambios directamente a la falta o presencia de controles de matafuegos. Aún así, la correlación entre la normativa y el número de intervenciones ha reavivado el debate sobre la necesidad de controles más estrictos.
¿Es suficiente el control trimestral?
Algunos expertos en seguridad argumentan que, aunque el control trimestral puede parecer una medida excesiva, en realidad es crucial para garantizar que los matafuegos estén en condiciones óptimas en todo momento. Un extintor descargado o defectuoso puede marcar la diferencia en una emergencia.
Detalles de la nueva normativa
La Resolución 83/SSGU introdujo modificaciones al Reglamento Técnico del Código de Edificación, con un enfoque específico en la fabricación, reparación, instalación y control de extintores. Esta normativa detalla las responsabilidades de los consorcios y empresas encargadas del mantenimiento de los equipos contra incendio.
¿Qué cambios introduce el reglamento técnico?
El reglamento técnico actualizado exige que los extintores en edificios sean revisados cada tres meses. Esto incluye verificar su carga, condiciones físicas y correcta ubicación en el edificio. Además, se establece que los resultados de estas inspecciones deben ser informados a la Autoridad de Aplicación, asegurando un control riguroso.
¿Cómo se comunican los resultados?
Los resultados de cada control deben ser documentados y enviados a la autoridad correspondiente, quien tendrá la tarea de monitorear el cumplimiento de esta normativa. Esto asegura que las empresas de mantenimiento cumplan con los estándares establecidos.
Derogación de la normativa anterior
El nuevo reglamento reemplaza a la versión anterior, que permitía un solo control anual. Esta modificación busca resolver las preocupaciones sobre la seguridad y la prevención de incendios en edificios con alta concentración de personas.
Recarga de matafuegos: ¿Con qué frecuencia debe hacerse?
Aunque el control trimestral se refiere principalmente a la inspección y mantenimiento de los matafuegos, es fundamental entender que la recarga de estos equipos también es crucial. La normativa establece que la recarga debe hacerse al menos una vez al año o cuando sea necesario, dependiendo del uso y las condiciones del equipo.
¿Por qué es importante la recarga?
Un matafuegos que no esté correctamente cargado puede fallar en el momento más crítico. La recarga asegura que el extintor esté lleno y listo para ser utilizado en caso de emergencia.
¿Quién se encarga de la recarga?
Las empresas especializadas en mantenimiento de extintores son las encargadas de realizar la recarga y verificar que todo el sistema esté en óptimas condiciones. Estas empresas deben estar certificadas para cumplir con los requisitos de la normativa vigente.
¿Cómo saber si un matafuegos necesita recarga?
La mayoría de los extintores cuentan con un manómetro que indica el nivel de presión. Si el indicador está en la zona roja, es hora de recargar el extintor. Además, si ha pasado más de un año desde la última recarga, es obligatorio realizarla nuevamente.
¿Qué deben saber los consorcios sobre el control de matafuegos?
La seguridad en los edificios es una prioridad, y el control de matafuegos juega un papel esencial en la prevención de incendios. Con la reinstauración de los controles trimestrales, los consorcios deben adaptarse a nuevas responsabilidades, asegurando que todos los equipos estén en perfecto estado.
Aunque algunos puedan cuestionar la frecuencia de las inspecciones, el objetivo final es claro: garantizar la seguridad de los habitantes y reducir el riesgo de incendios. Mantener los matafuegos recargados y en condiciones óptimas es una inversión necesaria en la protección de los bienes y, sobre todo, de las vidas humanas.
En resumen, la normativa actualizada busca mejorar la seguridad en los edificios, aunque aún queda por ver si esta medida tendrá un impacto significativo en la reducción de incendios. Lo cierto es que, con controles más frecuentes y una correcta recarga de matafuegos, los edificios estarán mejor preparados para cualquier eventualidad.
